El crecimiento desordenado del país, la deforestación, el no cumplimiento de las leyes y principalmente la inconsciencia de las personas son algunos factores que inciden en el deterioro de la fauna y la flora del país.
El alto consumo de leña también ha contribuido a incrementar las tasas de deforestación y la pérdida de germoplasma. En la región centroamericana, unos 16.5 millones de personas, según estimaciones, dependen de la leña para preparar sus alimentos (ANAM, 1998). En Panamá, ya existen lugares en la vertiente del Pacífico donde es muy difícil conseguir la leña. Uno de los ecosistemas más presionados para la obtención de leña y carbón para cocinar son los manglares, según estimaciones realizadas por Arcia y colaboradores (ANAM, 1998), unas 2,8 millones de unidades de astillas de leña y otros 118,200 sacos de carbón eran producidos en las provincias de Chiriquí, Azuero, Chame y Capira por agricultores de subsistencia.
La apertura de caminos y carreteras ha promovido la colonización mal orientada de las selvas tropicales, incrementando en forma desproporcionada las tasas de deforestación por parte de colonos ávidos de tierras para la ganadería. En muchos casos, esto contó con la complacencia de créditos locales cuyos fondos provenían de instituciones financieras internacionales. Los grandes proyectos de ingeniería también han tenido un fuerte impacto sobre los procesos ecológicos de los ecosistemas, las especies de plantas y sus variedades. Desde la construcción misma del Canal de Panamá, la construcción de centrales hidroeléctricas, el desarrollo de autopistas y carreteras, así como la construcción de puertos y parques industriales han sido procesos que también han contribuido, a través de los años, a disminuir la riqueza natural del país.
La degradación de los hábitats costero marino obedece a diversos elementos de presión. En el caso de la Bahía de Panamá, por ejemplo, se puede mencionar la contaminación por descargas de desechos sólidos domésticos e industriales de las áreas urbanas, el drenaje de residuos agrícolas, derrames de petróleo y de otras sustancias debido a accidentes ocasionados por actividades inherentes al funcionamiento del Canal de Panamá. En Bahía Las Minas, Colón, la actividad petrolera con su constante carga, descarga y lavado de tanques ha ocasionado importantes derrames de petróleo con serias consecuencias para los manglares aledaños y la fauna marina asociada de la región
No hay comentarios:
Publicar un comentario